martes, 8 de mayo de 2012




Elysia chlorotica: La babosa de mar fotosintética



Elysia chlorotica, la babosa de mar que fotosintetiza. Foto: Nicholas E. Curtis y Ray Martinez
Hay una babosa de mar verde, que vive en la zona de Nueva Inglaterra y Canadá, y que esen parte animal y en parte planta. Es el primer animal multicelular que se conoce capaz de producir clorofila a (la más habitual de las clorofilas de las plantas, y la única que existe en todas ellas).
Las plantas utilizan unos orgánulos celulares, los cloroplastos, para crecer, fijando el CO2 en moléculas orgánicas, gracias a la energía proveniente de la luz captada con las moléculas declorofila presentes en dicho orgánulo. Este proceso se llama fotosíntesis.

Sydney Pierce, biólogo de la Universidad de Florida del Sur, lleva 20 años estudiando estas babosas, de la especie Elysia chlorotica, y ha presentado hace poco sus más recientes descubrimientos.
Las plantas utilizan unos orgánulos celulares, los cloroplastos, para crecer, fijando el CO2 en moléculas orgánicas, gracias a la energía proveniente de la luz captada con las moléculas declorofila presentes en dicho orgánulo. (Fotosíntesis).
Lo único que aún no consiguen hacer es sintetizar los propios cloroplastos. Pero, una vez ingeridos los suficientes, y siempre que haya suficiente cantidad de luz, estas babosas pueden vivir y crecer normalmente sin aporte ninguno de comida, a partir de la energía que obtienen por fotosíntesis.
Lo único que aún no consiguen hacer es sintetizar los propios cloroplastos. Pero, una vez ingeridos los suficientes, y siempre que haya suficiente cantidad de luz, estas babosas pueden vivir y crecer normalmente sin aporte ninguno de comida, a partir de la energía que obtienen por fotosíntesis.



Estas babosas de mar succionan algas, preferentemente de la especie Vaucheria litorea, y consiguen llevar a cabo un proceso de endosimbiosis, incorporando los cloroplastos de las algas dentro del citoplasma de las células de su propio cuerpo, y manteniéndolos en funcionamiento, por lo tanto, fotosintetizando.

Este hecho ya se conocía hace algún tiempo, pero los cloroplastos necesitan un aporte de moléculas de clorofila para poder funcionar, y por lo tanto sólo deberían funcionar durante un tiempo, hasta que se acabase la clorofila proporcionada por la ingestión de algas.

Pero el sorprendente descubrimiento actual, es que la relación de las babosas con las algas va más allá de la incorporación de cloroplastos: Han incorporado también la capacidad de sintetizar clorofila, incluyendo los genes responsables de ello en su propio ADN. Y lo han hecho tan bien que incluso transmiten estos genes a su descendencia.



  • Fuente: http://listadeaureus.blogspot.com.es/2010/01/elysia-chlorotica-la-babosa-de-mar.html
  • http://www.sciencenews.org/view/generic/id/53496/title/Sea_slug_steals_genes_for_greens,_makes_chlorophyll_like_a_plant


domingo, 6 de noviembre de 2011


EL TIKTAALIK

Análisis de un ejemplo de predicción científica.

Utilizando los principios de la evolución, los científicos han podido predecir qué fósiles podrían ser
descubiertos. Por ejemplo, los científicos habían encontrado fósiles de peces que vivieron en aguas poco profundas la antigüedad y fósiles de tetrápodos terrestres que aparecieron después. ¿Qué sucedió en el intermedio?

La teoría evolutiva predice que habría una o más criaturas con características tanto del pez ancestral como de los animales terrestres posteriores. Un equipo de científicos decidió buscar en roca sedimentaria del norte de Canadá que se depositó hace unos 375 millones de años, más o menos en el tiempo en que, basándose en otras pruebas del registro fósil, se pensaba que habían vivido estas especies intermedias.

En 2004, el equipo encontró lo que había predicho: el fósil de una criatura con características de los peces (escamas y aletas) y características de los habitantes de la tierra (pulmones primitivos, cuello flexible y aletas modificadas para soportar su peso). Los huesos de las extremidades de este fósil, llamado Tiktaalik, se asemejan a los huesos de las extremidades de los animales terrestres actuales.

Mediante la comprensión de la evolución, los científicos fueron capaces de predecir qué tipo de criatura existió y en qué estrato geológico se encontraría. El descubrimiento del Tiktaalik llena otra laguna del registro fósil.

Los paleontólogos exploraron ese valle remoto en el centro norte de Canadá en busca de una especie intermedia entre los peces y los animales con extremidades capaces de vivir en tierra
porque sabían que las rocas sedimentarias de ese lugar se depositaron durante el periodo en que había tenido lugar la transición.



Las aletas, derecha e izquierda, del Tiktaalik tenían un único hueso superior (el hueso grande de la parte inferior de las ilustraciones) seguido de dos huesos intermedios, lo que hacía que la criatura tuviera codo y muñeca como organismos más recientes.

El Tiktaalik y otros fósiles intermedios entre peces y tetrápodos. Estos fósiles representan una selección de especies que vivieron entre hace 385 y 359 millones de años, periodo que abarca la evolución de los peces a los anfibios.